Si no tienes dudas es que todo te da igual....

   Esperaba la llegada del primer día de clase como la lluvia en el desierto, y es que después de la semana que llevaba sólo, necesitaba socializar aunque no entendiera lo que me dijeran,  y al menos ver a gente; así que el segundo día (este ya con lápiz y goma) entré en mi clase sin hacer ruido; saludé, me senté en una esquina y me dediqué a observar....

   No sabía muy bien como funcionaba todo, y parecía que los demás compañeros se conocían bastante, yo era el elemento extraño en aquel grupo: Primer día, primera clase, ni idea de si iba a entender a la profesora, si sería un caos, etc, etc...

  Pero todo fue bastante bien: la profesora magnifica, un torbellino que no deja de explicar, de moverse, de contar cosas, y de hablar muy rápido!!! Por suerte, voy entendiendo todo lo que se habla en clase, y el nivel de mis compañeros está casi a la altura del mío (el mío inferior por supuesto), así que lo peor había pasado ya. Para mi sorpresa, comparto clase con cuatro españoles, una venezolana y dos colombianas, el resto son Coreanos, Japoneses, etc...  esperaba gente de mi país, pero no tanta la verdad...

  Los primeros días me voy dando cuenta de varias cosas con las que no había contado antes de llegar: La primera es que cada uno tiene su vida fuera de la escuela, y al menos de momento, el tema de hacer compañeros, tener planes fuera de las horas de clase es complicado.... Los asiáticos por lo general van a su aire, y las interacciones son escasas. En cuanto a los españoles/colombianos,etc.. salen de clase y se van a casa, o a trabajar.... Por lo tanto cada día que terminan las clases, me voy a la estación, cojo el tren y me recluyo en mi guarida esperando a la mañana siguiente.

Estación de tren de Central, punto imprescindible del transporte en la ciudad....

    La segunda es que al menos hasta donde he visto, todo se mueve por conocidos y contactos. Si quieres enterarte de una vacante en un trabajo, una habitación vacía, unas cervezas por la tarde,etc.. Y eso me pesó bastante durante las dos primeras semanas, ya que a pesar de vivir en un buen lugar, esta bastante lejos del centro y es un hándicap importante. Si vives lejos, y no te relacionas, los contactos son menores y las posibilidades también.

Y aquí mi pequeña guarida, como dicen los que entienden: Funcional a la par que sencilla... No se me ocurre poner nada en las paredes, el dueño es un loco de las manchas y las marcas en la pintura. Ni por arriesgarme a ver como reacciona...

   Así que los primeros días intenté salir de clase y explorar otra parte de la ciudad aprovechando el buen tiempo. No tenía ganas de hacer vida Casa-Escuela-Casa de lunes a viernes. Si podía juntarme a alguien que tuviera plan para la tarde (comer, ir a comprar algo, dar una vuelta) lo intentaba, sino pues me daba un paseo...

Mi primera hamburguesa Australiana !!! 

En unos bancos de una calle aparecen unos Canguros!!! Unas esculturas creadas con retales de piezas de metal y ferralla muy originales....

    El primer fin de semana no fue muy diferente al resto de los días. La sensación de estar perdiendo el tiempo sobrevuela por encima de mi cabeza una y otra vez. Llevaba ya diez días en Brisbane y apenas tenía nada que hacer; el dueño de la casa donde vivo y el chino que ocupa el cuarto de al lado apenas hablan o hacen vida fuera de la habitación y me paso los dos días deseando que llegue el lunes cuanto antes. El domingo, ya aburrido de las cuatro paredes de la habitación decido irme a la playa artificial, e intentar desconectar un poco hasta que se haga de noche....

No es la mejor foto de la historia, pero sirve para mostrar como es la vista nocturna de la ciudad desde el otro lado del río...

Una de las cosas que se puede hacer en estas fechas es bañarse de noche, la temperatura acompaña y que la puesta de Sol sea a las 18:30 también (al estar empezando el otoño las horas de luz son menos). En la imagen, torre de los socorristas, a parte de estar en la torre tiene varios puestos repartidos a lo largo de la piscina, será por vigilancia...

     La escuela tiene una biblioteca con ordenadores a disposición de los alumnos durante todo el día, y la segunda semana me la paso allí después de clase. Dándome de alta en páginas de búsqueda de trabajo, leyendo información o simplemente pasando el rato. Con este entretenimiento logro llegar a casa justo para cenar, ducharme y meterme en la cama hasta el día siguiente.

La zona común de la escuela dedicada a los almuerzos y comidas está equipada con muchos microondas, dos neveras y este aparato. Personalmente no lo había visto nunca, y llamó mi atención durante un rato. Agua hirviendo directa del grifo para preparar noodles y fideos en apenas medio minuto. Una vez más, el futuro....

      Si, lo sé.... hacer amigos no es uno de mis fuertes.....



   

La vuelta al Cole

  Tras un fin de semana donde me dediqué a luchar contra el calor sofocante, y darme paseos en el tren que me lleva a la ciudad (cada trayecto unos 35 minutos), llegó por fin el tan esperado lunes, el día de "La vuelta al Cole".

  Como ya sabía dónde se encontraba la escuela, y me había pasado la semana anterior a preguntar horarios, únicamente tuve que preocuparme de llegar en hora. Me lo tomé con calma y a pesar del madrugón estaba en la estación un poco antes de que pasara mi tren...

  La casa tiene sus ventajas y sus defectos, como defecto decir que está prácticamente pegada a las vías del tren, por lo que las primeras noches y hasta que a las 00:30 pasaba el último, los escuchaba todos, como ventaja de vivir cerca es que tardo cinco minutos escasos en llegar al andén. No se puede tener todo !!!

Las vistas que tengo cada mañana mientras no llega el tren. Como soy así, no termino de memorizarme los horarios de parada, así que salvo el de primera hora, el resto voy a la estación y espero, porque en algún momento pasará... Australian Style.. No Stress..

  Como me gusta ser puntual, cuando entré en la escuela apenas había nadie, todos en estaban en clase, y del grupo que iba a debutar conmigo ni rastro. Me acerqué al mostrador y me saludó la chica rubia que no deja de sonreír, y que un par de días antes me informó del horario. Sus primeras palabras fueron: Hola!! (bueno, Hello) Bienvenido a Viva College / necesito tu pasaporte / Esta es la clave del Wifi  / Relax........

 En este bonito e histórico edificio está la escuela, el centro de la ciudad está repleto de fachadas conservadas con mucho tacto, mezcladas con construcciones modernas, un contraste curioso pero a la vez agradable a la vista...

    Con esas indicaciones busqué una silla, me senté y me puse a juguetear con el móvil mientras esperaba a las siguientes órdenes; Mientras tanto fueron entrando personas: Un asiático, dos asiáticos, tres asiáticos, una rubia europea !!! al menos no era el único sin los ojos rasgados jajaja.

 Recepción de la escuela, llegar de los primeros garantiza panorámicas como esta, el resto del día el goteo de gente es constante a cualquier hora...

    Nos pasaron a un aula e hicimos una prueba de nivel, por lo que deduje que el test que me enviaron a casa justo cuando me matriculé no había servido para nada. A mi lado se sentó una niña de no más de 15 años, que no tenía ni idea de inglés, y que según iba yo escribiendo ella me copiaba cambiando mis datos por los suyos. El resto de la mañana mientras nos daban el resultado, nos mostraron las instalaciones, un vídeo con las reglas básicas,etc,etc...

   Sabéis esos pececillos que van nadando junto a las ballenas durante meses? Pues así tuve yo a la pobre cría detrás toda la mañana... cada vez que me giraba estaba ahí, sonriendo con un aparato en los dientes de color rojo metalizado y sus ojos abiertos hasta donde los párpados se lo permitían....

   Había varios niveles, y me tocó el que empieza antes por las mañanas... Mis resultados dieron a entender que mi clase sería Upper Interm, o lo que es lo mismo, el último nivel de General English antes de pasarte a un preparar un examen tipo IELTS o Cambridge.

   Con el asunto clase cerrado, me metí de lleno en la lista de la compra ("La vuelta al súper") y tras la compra de emergencia para sobrevivir el fin de semana me propuse volver a casa y llenar la mini despensa... Iluso de mí, penando que podría ir al supermercado más cercano andando, un día de finales de verano en Australia a las 2 de la tarde..casi me muero deshidratado dos veces: A la ida, y a la vuelta.

En el súper, aparecen cosas como esta... frutas de diversos tipos y formas.... Poco a poco iré probando todas...

Y como todo sale mejor si se compra a lo grande, pues el siguiente paso es congelar, que para eso he aprendido de mi madre a hacer paquetitos individuales para cada día jajaja....

     Recuperado del susto, organicé todo para ir a clase al día siguiente, adaptado ya al horario Aussie, de acostarse a las 22:00 y levantarse a las 6:00, creía que tenía todo controlado hasta que me di cuenta de un detalle sin importancia hasta ese momento: No tenía ni lápiz ni goma !!!

     Como no soy de darle vueltas a las cosas..... dormí toda la noche pensando dónde iba a encontrar un lápiz y una goma al día siguiente antes de entrar en clase, y si no encontraba como iba a hacer para escribir con un bolígrafo, y si tenía que borrar? Iba a llenar el libro de tachones?  Menuda noche...

      Finalmente, y con semejante problema de índole mundial en la cabeza, a la mañana siguiente tomé un tren dirección a la ciudad, y me propuse buscar a toda velocidad un sitio donde comprar si podía esos dos elementos tan imprescindibles para la humanidad...Dónde estaría la literatura hoy en día sin ellos!!!

  6:30 de la mañana, todo cerrado en la ciudad, excepto un bar 24 horas y poco más..... a toda prisa y contra el crono, logro encontrar un kiosko en medio de la calle principal (donde había comprado la tarjeta del transporte la semana anterior) que me venden los dos preciados objetos, pagados a precio de Oro eso sí... 2 euros el conjunto.

Y por fin, aquí están!!! 

       A toda prisa subo a clase porque la hora se me echaba encima y no quería llegar tarde el primer día. Voy a la clase que me corresponde y no hay nadie....en recepción tampoco.... estoy sólo en la escuela ..... Me fijo en el horario.....  Upper Intermed: 8:15, compruebo el móvil, marca las 7:45 ....

        Me digo a mi mismo lo que alguien me repite a menudo cuando me pasan cosas así...: Eres Mundial !!!!.


 

Contrastes sociales...

  Cuando viajas a un país esperas encontrar contrastes y curiosidades, desde hace un tiempo con la globalización las sorpresas son menos, pero sigue habiendo... Si el cambio es de continente las novedades aumentan, pero si encima te vas al otro extremo del planeta las diferencias pueden ser más que importantes...

   Lo primero que todo el mundo te comenta es que Australia está boca abajo y tal... la diferencia horaria...y que conducen por la izquierda.

   El tema de la conducción es llamativo para la gente que vivimos en Europa (salvo Reino Unido claro) y puestos a investigar da para hacer una entrada bastante amplia, así que lo dejaré para otro día, y me dedicaré a contar las cosas que he visto a mi llegada y realmente me han fascinado.

   Para empezar, diré que estar en esta ciudad (sería más propio decir país, pero sólo he visto esto, no puedo hacer un comentario tan general), es como haber dado un salto a la Europa del año 2100. Paseando por la calle me siento como en el futuro. Para los que hayáis visto la serie Fringe*, es como cuando pasan al otro lado y está todo igual pero más moderno y con los Zepellines sobrevolando la ciudad.

   *Si no la habéis visto, os recomiendo verla dos veces. Una para disfrutarla y la segunda para alucinar con cada capitulo y las cosas que se os han quedado atrás sin daros cuenta*

   Lo dicho, lo primero que me ha llamado la atención (para bien) es el silencio; a pesar de haber mucho tráfico y que están continuamente pasando coches y autobuses,el centro de la ciudad es muy silenciosa...sobre todo porque nadie o casi nadie aprieta el claxon, ni le grita al de delante sacando la cabeza por la ventanilla, etc, etc... Lo segundo es que todo el mundo es respetuoso con los pasos de peatones, y espera su turno religiosamente para cruzar (hay excepciones claro), pero es lo común...

   Los primeros días tenía la impresión de que iba a tropezar con todo el mundo. Me ponía a pasear por la calle más céntrica (Queen Street) o las adyacentes y tenía que ir pendiente de no chocarme con las personas que van en todas direcciones...unos con el móvil, otros con la música, otros simplemente con un vaso de café o smoothie en la mano, etc... Era como vivir en una carrera de obstáculos permanente.

Queen Street, la calle céntrica donde siempre hay algo que hacer, que ver o que escuchar... En esta imagen, una muestra de los cuerpos de seguridad, con gente sacándose fotos, hablando con ellos, recabando información,etc....

   Las calles no están limpias, están lo siguiente. Ahora comprendo cuando leía que en verano la gente salía a la calle descalza; no hay un sólo papel en el suelo, colillas o chicles; de los residuos de los perros ya ni hablamos, porque lo que he visto hasta ahora de animales en las calles sin ser parques, se cuentan con los dedos de una mano. A todo esto hay que sumar una legión de barrenderos, limpiadores de farolas e incluso personas con calderos y fregonas que recogen el agua y las manchas en la propia calle.....

Ahí lo tenéis, uno de los hombres de las fregonas limpiando una mancha en la calle....

    En el trato humano también es otro universo.... la gente tiene la palabra perdón en la boca como el que sabe decir su nombre: Perdón cuando quieren pasar, perdón cuando te molestan con una bolsa, perdón cuando vas a tropezar con ellos en la calle, etc... a todo esto le sumamos la amabilidad de los que trabajan de cara al público: no he visto ninguna mala cara, ninguna mala contestación, nadie amargado haciendo su trabajo a desgana... la mayoría te saludan efusivamente (aunque lo hagan por rutina, lo hacen) te preguntan que tal el día, y te desean una buena tarde cuando te vas.

   Un claro ejemplo de esto se puede ver en el trasporte urbano, concretamente en el autobús. Hay una costumbre (no se cuando empezó, pero tengo que investigar) de darle las gracias al conductor justo antes de bajarse en la parada correspondiente. Os imagináis en España a alguien que grite "Gracias" justo antes de bajar del autobús?..

     Otra cosa a destacar es la seguridad. A algunas personas no les hará gracia, y con razón argumentarán que es un control excesivo, pero Toda la ciudad está controlada por cámaras de vigilancia que están grabando u observando constantemente. Los trenes y autobuses también tienen cámaras (varias por vagón o autobús). Esto lleva a una sensación de tranquilidad difícil de explicar... la policía pasea por las calles del centro en bicicleta, se paran a hablar con la gente, se toman un café mientras descansan en una plaza...

Un vagón de tren-metro ligero... minusválidos no he visto muchos, ahora bien, plazas y espacios adaptados, cientos....

    Viendo esto, comprendes porque nadie se preocupa por sus pertenencias, es decir: Estas en un bar, vas al servicio o a pagar y las dejas encima de la mesa sin el temor de saber si al volver tendrás todo o te faltará algo. Sales a un local por la noche, entras con una mochila, la dejas en una esquina y a las cuatro o cinco horas cuando vuelves, sigue allí en el mismo sitio.

     En algunos locales tienen un scaner facial, y para entrar hay que presentar un documento con foto y ponerte delante de la cámara que inmortaliza el momento para la posteridad... De esa manera si pasa algo, tienen la cara de todos los que han entrado y la hora. Otra forma de verlo....


      De las cosas que mas me han llamado la atención destacaría por encima de todas dos:

   A) Una señora pagando el billete de bus a un chico que se había quedado sin dinero en la tarjeta de transporte y se tenía que bajar.

   B) Toda esa gente que te ve parado en la calle con un mapa y te preguntan a donde vas, si necesitas ayuda, etc... (De manera natural yo ya lo he hecho un par de veces con otras personas también...)

   Para finalizar: Como todos los lugares, tendrá sus cosas buenas, malas y muy malas. Pero desde que estoy aquí no he encontrado nada que diga en modo de crítica: Esto en España no pasa....

   

La semana más larga de mi vida..

 Con una semana por delante antes de empezar en clase, la idea era encontrar un sitio a donde mudarme y no tener que pagar más noches en el Backpacker. En caso de no encontrar nada no pasaba nada, pero no era lo deseado. Con esa premisa me puse a rastrear el mercado el martes nada más levantarme e ir al Starbucks a por un café y una napolitana (Cosas buenas de vivir en una gran ciudad...)

Pequeños placeres ....

  Tras un primer rastreo y localización de viviendas pude comprobar como en esta ciudad las distancias son mucho más grandes de lo que uno se pueda imaginar. En el mapa aparecen bastante cerca, pero a pesar del muy buen y puntual servicio público de transportes, salvo casualidad, es casi imposible concretar más de una visita por la mañana y otra por la tarde sin llegar tarde o ser incompatible con el horario del que te la va a enseñar; con lo que el objetivo de localizar algo antes del miércoles se complicaba bastante.

El Backpacker es un edificio histórico con su fachada a conservar, del resto se han olvidado un poco...el ascensor parecía de una película de terror...

  Tenía cientos de anotaciones de lugares, importes, precios, etc.. y me organicé de modo que a la que más me interesaba le ponía un 1, a la siguiente un 2, y así hasta el final. La primera llamada telefónica fue un completo desastre... Una cosa es hablar con las personas cara a cara, y otra diferente intentar comunicarse por teléfono; apenas entendí nada, me puse bastante nervioso y ya no recuerdo quién colgó, pero el resultado fue nefasto.... Las dos siguientes no tuvieron mucho más éxito, en una entendí que ya estaba ocupada, y en la siguiente que el hombre me volvería a llamar esa tarde, pero sigo esperando... (igual tenía que llamarle yo, vete a saber...).

Anotaciones varias....

  Con un alto para darme un paseo por la vera del río, e ir conociendo poco a poco algunos rincones de la ciudad, volví a la carga a la hora de comer, y al fin, entre una llamada y unos sms, logré concretar una cita para ver una habitación en un suburbio bastante próximo para las distancias donde me estaba moviendo...  La casa no estaba mal, dos chicas vivían allí, y llegamos a un acuerdo rápido, esa misma noche les daría una contestación. Cuando todo parecía cerrado, cambiaron las condiciones y la habitación ya no estaba amueblada, por lo tanto no me interesaba...

Con los paseos, me iba dando cuenta poco a poco que la elección de Brisbane como ciudad había sido acertada...

Otra vista de la ciudad, en este caso desde otra sección del río...

   Y así entre búsqueda y búsqueda, y paseos por la ciudad, encontré un anuncio que tenía muy buen aspecto; no estaba cerca del centro en comparación con otras, pero se adaptaba al precio y las condiciones. El miércoles me subí al tren, y tras más de media hora de entrevista con el dueño (un chino muy curioso y detallista) acordamos que al día siguiente me mudaría.

De todo lo que encontré,esto fue lo mejor sin duda...

  Así que objetivo cumplido: Tres días en Backpacker y nuevo alojamiento !!!.

   El resto de los días se me hicieron muy largos...Por un lado, llegué a Brisbane la semana que más calor hizo en el último mes, y la sensación era agotadora. A pesar de tener ventilador en el techo de mi cuarto y la ventana abierta todo el día, los 35º grados y los 90% de humedad provocaron en mí una sensación de agobio nunca antes experimentada, llegando a ducharme hasta cuatro veces en el mismo día sin obtener mejores resultados... Por otro el Jet lag del Backpacker seguía haciendo mella en mi: La noche del martes se celebró San Patricio, y en el bajo hay un pub donde ponen música hasta bien entrada la madrugada. A pesar de estar durmiendo en una cuarta planta, a las cinco de la madrugada seguía escuchando a Kurt Cobain cantar "Where did you sleep last night", que si, que Nirvana me gusta, pero cuando uno intenta adaptarse a una diferencia horaria de 9 horas, Cobain pegando gritos no es el mejor apoyo...

Estar en el Backpacker y no saber muy bien cuando me iba a cambiar ni a donde, me provocaba una sensación de incertidumbre permanente. No quería comprar mucha comida porque no tenía donde guardarla, ni tener que cargar con ella el día de la mudanza, así que me pasé tres días comiendo en los mil y un sitios "Take Away" que hay en la ciudad.

Bocadillo Vietnamitan Style

    El viernes me sentía como si hubiera salido hacía un mes de mi casa. Fue la primera vez en mi vida que viajaba sólo, y llevaba desde el sábado hablando y reflexionando conmigo mismo, lo que me empezaba a cansar un poco ya (debo ser difícil de aguantar...jeje). Cuando hablaba con la gente en España o mi familia, para ellos me acababa de marchar y sin embargo, yo lo sentía como muchísimo más tiempo, pero la sensación de pena era la misma... Afortunadamente, tomé la decisión de mantener el número de teléfono español en el Whatsapp, y el contacto con los amigos me hizo llevar los días de mejor manera y distraerme un poco de mi mismo...

    Paseos, paseos y paseos...A eso me dediqué la primera semana, hasta que el lunes a las 8:00 debía presentarme en la escuela.

La llegada del hombre a Brisbane...

  Nada más salir a la terminal del aeropuerto, busqué un lugar donde dejar la maleta y la mochila, encendí el teléfono y llamé a casa para anunciar que había llegado sano y salvo.

 La primera impresión fue: "Bueno, ya está.. ahora a moverse". Y así lo hice. Primeramente y tras pararme en el mostrador de los papelotes e información turística, busqué a alguien que me explicara donde se cogía el tren que va hasta la ciudad, y que llevaba pagado desde España.

 Con las comprobaciones oportunas y localizado el andén de la mini estación, me tomé los diez minutos de espera para analizar que tenía a mi alrededor y como eran esas primeras impresiones australianas. Como una broma del destino, tenía delante de mis ojos dos de las cosas que más me atraen y que tengo por hobby; los pájaros y los coches.... Sobre un cable de la estación se posó un pájaro de colores, que aprovechando el día soleado y de calor, me ofreció un recital de canto y movimientos coordinados al mismo tiempo...cuando salí de esos minutos hipnóticos, me di cuenta que justo enfrente tenía un parking de 4 plantas repleto de coches, en su mayoría modelos desconocidos en Europa, así que los diez minutos de espera fueron finalmente veinte, pero casi no me di ni cuenta....

Mi primera foto en Australia, un aparcamiento... Los que me conocen lo sabrán, no lo pude evitar...

  Una vez dentro del tren, y descubriendo que tenía wifi gratis en el mismo, observé detenidamente el paisaje que íbamos dejando atrás y no hacía más que encontrarle similitudes con Gran Canaria: La vegetación, palmeras, árboles diversos, la temperatura y humedad... parecía estar en un Dejà vu.

  Cuando elegí el Backpacker donde me iba a quedar las tres primeras noches no pude estar más acertado, fue salir de la estación central y encontrármelo de frente. Quizás ya lo supiera, pero con todo el lío del viaje, preparación,etc fue toda una sorpresa. Para pasar los primeros días opté por una habitación individual y tranquila, frente a las compartidas algo más baratas pero con más tránsito y movimiento en general. Tras instalarme rápidamente (eran sobre las 9 de la mañana) salí a conocer la que iba a ser mi nueva ciudad durante bastante tiempo, a ver que me encontraba!!!

Una cama nada más...eso es lo que tenía mi cuarto del Backpacker. Con baño compartido al final del pasillo, localice un pequeño servicio con ducha y lavabo que casi nadie usaba, y entre la habitación y el servicio, organicé el cuartel general...

Zona común con sofás y Tv. Lugar muy aprovechable para utilizar el wifi, descansar,etc...

    Aunque el Jet lag estaba presente; dormir en el avión cuenta sólo la mitad... llevaba despierto desde el sábado por la mañana (el viernes tampoco había podido conciliar mucho sueño), y era domingo por la noche en España, opté por intentar aguantar lo máximo posible y de esa manera aclimatarme lo antes posible al ritmo horario australiano.

    Al mediodía quedé con Nathalie, que era la persona de la agencia que me iba a ayudar a organizar los primeros trámites (abrir cuenta del banco, tarjeta de móvil) y después de comprobar que mi nivel de entendimiento del inglés australiano era mucho mejor de lo esperado, pude descubrir como es esa mítica playa urbana que tiene Brisbane y que llevaba meses viéndola por GoogleEarth.

Cuando estás entre edificios apenas te das cuenta, pero al cruzar el puente y girar la cabeza...  sobran las palabras ....

Y aquí la playa, curiosa cuanto menos....parece una piscina sin fin, con los edificios al fondo...

Imposible no sorprenderse al ver a un Ibis entre la gente en la playa... Animales comunes y que viven en la ciudad como las palomas o gaviotas en otras ciudades. 

   Cuando mi cuerpo ya no podía más, y la noche se acercaba bastante temprano (las 18:30), me retiré a mi habitación a descansar, dormir y reflexionar acerca de todo lo que había hecho desde que dejé atrás a los míos en el aeropuerto hacía ya dos días....