En Construcción....

domingo, 26 de abril de 2015

Aduanas Australianas ...

   Como esperaba, la oferta para el pasajero de Emirates es increíble;  la atención nada más subir al avión, durante el vuelo, en las terminales tanto de Madrid como Dubai, o incluso durante el interminable vuelo de 14 horas hasta Brisbane, fue en todo momento perfecta. Del viaje en conjunto destacaría los casi 35 minutos que tardamos en recorrer el aeropuerto de Dubai, desde donde aterrizó el avión a la terminal, y el impresionante avión A380 que nos llevó a Brisbane: Un mastodonte que parece increíble que sea capaz de levantarse del suelo, con dos plantas, un bar, cabinas individuales con ducha para  VIP, Wifi gratis, etc,etc,etc…

Primer vistazo a la pantalla de mi asiento... parecía que no me iba a aburrir de camino a Dubai...



Y antes de despegar, una señorita se quiso despedir de mí... la próxima vez que la vea ya irá de un lado para otro tirando cosas, y quién sabe si hablará incluso....



Nada más despegar de Madrid, cena, con postre de chocolate y dos Pepsi árabes para descansar con el estómago lleno....





   La sensación de volar durante 24 horas es cuanto menos curiosa, vas cruzando meridianos, cambios de hora, ver salir el sol y ponerse tantas veces que ya no sabes si tienes que dormir, estar despierto o que hacer: Salí de Vigo de día y llegué a Madrid de noche, llegando a Dubai amaneció, volvió a anochecer de camino a Brisbane, y volvimos a ver el Sol una vez más antes de aterrizar, una
locura….

Eso se podéis ver al fondo es el Skyline de Dubai, la arena en suspensión no dejaba verlo con nitidez. 


Paseando por la terminal del aeropuerto, aparte de sentirme como en un Dutty Free gigante, lleno de tiendas de informática, cámaras de fotos, colonias y ropa cara, me encontré con esto... Iba a comprar una papeleta para el sorteo, pero si me llegara a tocar me venía un poco mal volver a buscarlo....


Y mientras llenaban el avión de comida y maletas, nosotros esperábamos justo enfrente, desde esta posición no parece tan grande, pero puedo asegurar que es gigantesco...


  Escaleras de acceso a la segunda planta, con el bar y las zonas VIP....


 Estaba todo tan nuevo que daba cosa utilizarlo !!!!



Detalles de información del vuelo, con tres cámaras que muestran el avión desde fuera. Esta desde lo alto de la cola, espectacular....




Y por fin Australia!!!

Tras cumplimentar los papeles para la entrada del país, y rellenar un extra donde hacían preguntas acerca del Ebola, tocaba salir del avión y enfrentarse a lo más temido: El control de aduanas.
Desde siempre se ha sabido que Australia tiene los controles más exigentes de cara a introducir o exportar cosas del país. Al ser una isla-continente, quieren preservar todo lo que les pueda afectar o causar un problema, de ahí que este totalmente prohibido llevar en la maleta semillas, comida, plantas, raíces ,tierra, semillas  y cualquier cosa que ellos consideren un peligro en potencia.

   Yo por mi parte estaba tranquilo porque iba con la lección aprendida, pero mis amigos tenían curiosidad por saber si me iba a encontrar algo como lo que se ve en esos programas de DiscoveryMax donde esa severa policía deporta a tres o cuatro turistas cada día, y hacen registros a todas las maletas que llegan al país.

   Lo primero que encuentras al llegar a Australia es la moqueta, al igual que USA son amantes de la moqueta en los suelos y todo el aeropuerto parece un salón gigante (al menos para los españoles jaja).
Tras finalizar los largos pasillos y llegar al primer control, un agente me pide la tarjeta de embarque, los papeles y el pasaporte. Al ver que soy español me cambia de fila y me separa del grupo para indicarme que pase por otro grupo de cabinas diferente (hacen como una selección dependiendo de nacionalidad). Llego a la ventanilla de turno y la agente de inmigración comprueba mi pasaporte, como tengo visado de estudiante me ponen un número en un lateral del papel y me dicen que espere a otro agente.  (Comienza el baile….)

   El siguiente paso es ir a un mostrador donde otros dos agentes vuelven a revisar el pasaporte y los 
papeles. Yo, como soy una persona precavida, me llevé la confirmación del visado impreso, por lo que pudiera pasar… porque al ser electrónico no te ponen esas pegatinas grandes en el pasaporte con fecha de entrada y salida como otros países…
Tras las comprobaciones, me sellan el pasaporte y me dicen que está todo OK, así que ya tengo el 50% del trabajo hecho, ahora queda la segunda parte: Hay dos filas, en una está la casilla de salida hacia la ciudad, y en la otra varios mostradores donde policías con guantes de látex están esperando con ganas de abrir maletas y ver que llevas dentro…. Como era de esperar, un amable hombre me dice que de salida nada de nada, y que me dirija al mostrador número dos, donde una mujer de unos 40 años me está esperando con una sonrisa (mal asunto…).

   Tras preguntarme que tal estaba y cuatro formalidades, pasa a la acción: “Te voy a registrar el equipaje y a la vez te voy a ir haciendo unas preguntas ok”? La primera fue: Es este tu verdadero pasaporte? Te llamas así? … Tras confirmar que realmente era yo, empezó con la mochila donde llevaba todo lo electrónico: Revisión de papeles, fundas, bolsillos a la vez que seguía preguntando que iba a hacer en Australia, si conocía a alguien ( menos mal que le entendía todo lo que me estaba preguntando !!!!)
   
   El siguiente paso fue pasarme un tipo de esponja por el interior de la mochila y meterlo en una máquina. Una X en rojo indicaba negativo en drogas, así que me preguntó si llevaba comida, semillas, agua… incluso comprada en el avión. Ante mi negativa me indicó que necesitaba abrir mi maleta, a lo que respondí con una rotunda afirmación (como para no!!!).

   Fue entonces cuando llegó el momento cómico del registro:

Agente: Así que de España eh? De que parte?
Yo: Pues del noroeste, Vigo, cerca de Portugal
Agente: Ah!! Si, si en el Atlántico……
               El año pasado estuve de vacaciones en Andorra y Barcelona
Yo: Ah si? (Haciéndome el interesante)
Agente: Si!! Un par de días en Andorra y luego en Barcelona. Probamos la sangría? Se dice así?
Yo: (Ya está, en el bote..)  Si …y que tal Barcelona, te gustó?
Agente: Si, mucho, pero la gente se acuesta muy tarde, y beben mucho en las discotecas!!!
Yo: Ah…. Ya…. Jajaja …Es otro horario, otras costumbres diferentes a las de aquí…
Agente: Que llevas en la maleta?
Yo: Ropa, y el trípode de la cámara en la parte de abajo.
Agente: Va, venga, ciérrala. Que disfrutes de tu estancia en Australia!!!!

   Y así es como pasé mi control de aduanas en el país más estricto del mundo, podía haber metido 3 kg de jamón serrano que habría colado sin problemas; tuve mucha suerte la verdad..

*Como os podréis imaginar no se me ocurrió sacar el móvil del bolsillo ni sacar una sola foto del aeropuerto de Brisbane...los carteles de prohibido fotos están por todas partes...*


   Así que tras lo peor, y más cansado que una mula de carga, tras 28 horas de viaje, salí de la terminal y busqué un lugar tranquilo donde dejar mis cosas, llamar a casa y comunicar de que ya estaba oficialmente en Australia.

Primera parada, el mostrador de panfletos y papeles de información turística, eso que no falté !!!



   Comenzaba lo bueno!!!!

A nadie le gustan las despedidas....

   Y llegando el día antes llegaba lo más difícil: Las despedidas …

   Te pasas tres meses hablando con la gente, diciendo que te vas a Australia, lo cuentas como algo natural y estás contento por ello, pero cuando apenas faltan un par de días y lo ves cerca, todo se empieza a remover en el interior, y esa pregunta de: Estás seguro? Aparece una y otra vez, y tantas veces la misma respuesta: NO.

   Sabes que en el fondo es lo que deseas, y que crees que has tomado la decisión correcta. Te ayuda a auto convencerte el ver a todas las personas que le importas, contentas y dándote ánimos; eso apoya en parte, pero el otro 40% está pensando ¿Qué estás haciendo? ¿Y si no sale bien? ¿Realmente es la decisión correcta?  A todo eso, se suma la familia que insiste una y otra en vez cada día, en que me busque algo para dormir los primeros días, que no me quede en la calle tirado, que si me hace falta algo que lo pida, y en resumen, que no pase penurias innecesarias.
   
Para todas esas preguntas y dudas, me agarré a una frase que me dijo mi tío, unos días antes mientras hablábamos del tema: “Tómalo como unas vacaciones, si las cosas no van como esperas, te vienes y listo”.Así que durante la última semana, entre preparativo y preparativo, cada vez que me entraba el canguelo, me lo repetía un par de veces y todo volvía a su sitio….

   Y casi sin darme cuenta llegó el sábado, ese día temido y odiado a partes iguales….

   Comencé la procesión visitando a mis abuelos, a los que ya les había hablado de Brisbane, del curso de inglés, de las posibilidades... pero como gente mayor que son….con la de países que hay, no comprendían porque había elegido el que estaba más alejado de todos… Ver a mis abuelos llorando mientras me despedía de ellos fue duro, sobre todo intentando aguantar las lágrimas para quitarle importancia al asunto. Tras ese mal trago, hice la segunda parada en casa de la persona que más y mejor me conoce y que durante los últimos diez años ha estado siempre ahí en todo tipo de situaciones...Con un resultado semejante al anterior...


   Si la mañana había sido lo más duro que recordaba, el llegar al aeropuerto facturar las maletas y esperar a embarcar no transcurrió mejor. Intenté llevarlo de la mejor manera posible, pero dejar a la familia que tanto te ha apoyado, marcharte tan lejos y saber que no los vas a ver en muchos meses…. 
   
   Sólo los que hayan pasado por esto, sabrán lo que es …

30Kg de equipaje? Me sobran 5!!!

   Decidida la ciudad, seleccionada la escuela donde iba a estudiar mi primer curso, comenzaba el siguiente paso: Con los chicos de AussieyouTOO gestionar la documentación, visado, matrículas y todo lo necesario para poder ser un inmigrante de pleno derecho. A la par que iba dando esos pasos, seguía investigando acerca de lo que iba a ser mi ciudad y región durante los próximos meses; y la verdad es que cada día que pasaba estaba más contento de la decisión tomada.

   En el momento de concretar una fecha de partida, creí que lo más conveniente era seguir tomándome las cosas con calma, para ir paso a paso y también hacerme a la idea del salto que iba a dar y que mi familia y amigos se fueran también adaptando a lo que venía. No me gusta pegar un portazo y desaparecer del mapa en apenas dos semanas, así que organizamos la fecha partida para el sábado 7 de marzo, (mes y medio, tiempo prudencial).

   Los preparativos de una mudanza semejante son cuanto menos curiosos… Leí bastante acerca de lo que la gente se llevaba en la maleta, y todo me parecía desproporcionado la verdad… Cosas como que no llegaban 30 kg, gente con dos maletas pagando por facturar la segunda, envíos desde España… Nunca he sido de llevarme muchas cosas, y he sabido sobrevivir con lo necesario, cuanto más cuando me voy a un país civilizado y con acceso a cualquier cosa que sea imprescindible por 
necesidad….

   Así que dejé apartado ese punto para más adelante y opté por investigar la lista de la compra, los supermercados del país, carreteras, coches, y un sinfín de cosas que me ocupaban horas y horas de entretenimiento.

Los que hayáis estado en Australia os resultarán familiares, los que todavía no, no os preocupéis que ya lo serán... Están en todas las esquinas, calles y centros comerciales. Otra cosa puede, pero morir de hambre es imposible!!!
   


   Cuando me quedaban apenas un par de semanas para montarme en el avión y volar, por cosas que uno no puede decidir, caí enfermo con fiebre, problemas estomacales y un virus gripe-catarro, que me tuvo fastidiado una semana. No recordaba la última vez que había estado enfermo (más de 5 años atrás) pero el virus no se quiso perder la “fiesta” que se estaba preparando y apareció sin avisar. 

   Como resultado, y ante el próximo reconocimiento médico previo que tenía que pasar en Madrid para obtener el visado, decidí con los de Aussie posponer la partida otros 15 días y hacer las cosas bien y de manera segura; por lo que la fecha definitiva de salida quedaba para el sábado 14 de Marzo.
Estaréis pensando que pasaba con el vuelo, y tanto cambio de vuelo; gran cuestión…..

   El tema de los vuelos fue algo fácil (que no barato) de manejar. Por suerte tengo una persona que se preocupa por mí casi más que yo, y que es agente de viajes, así que delegué todo en ella , dejando a su elección las escalas, el día y hora de salida, etc, etc… Sólo le dije que me avisara para ir a pagar y nada más… Tras varios cambios, decisiones opciones, la combinación de mi vuelos iba a ser la siguiente:

Vigo – Madrid (1:00 hora de vuelo)
Escala de 4 horas en Madrid.

Madrid-Dubai (7:00 horas de vuelo)
Escala de 4 horas en Dubai

Dubai-Brisbane (14:00 horas de vuelo)

   Salvo el vuelo a Madrid, los otros dos iban a ser con Emirates, sería mi primera experiencia volando con ellos, pero la calidad de los servicios, oferta de ocio y sobre todo el gigante Airbus A380 que manejan para viajes largos, daba total confianza y sensación de comodidad.

   Empecé a hacer la maleta un par de días antes, en mí como algo excepcional ya que soy de preparar las cosas en las últimas dos horas y me sobra tiempo, aunque luego me falten cosas… Con un pequeño neceser de medicamentos básicos para aguantar una temporada, hice un listado de ropa y teniendo en cuenta el clima de Brisbane y su zona, mi elección fue llevarme toda la ropa de verano, un par de piezas para las noches frescas y dejar en mi armario todo aquello que fuera innecesario y ocupara en la maleta.

Ropa de verano para ir al Otoño, cosas de los Hemisferios y climas...



  Con un peso máximo de 30 kg por maleta, la mía pesaba 25 contando con un juego de sábanas para poner en la cama el día que me mudara a una casa, unas toallas, una manta de viaje, el calzado, y como invitado estelar el trípode de la cámara de fotos. En el equipaje de mano, todos la electrónica que poseo (portátil, ipad, cámara de fotos, objetivos, cargadores varios, etc ) y algo de ropa por si la maleta decidía pasearse por algún otro país antes de llegar a Brisbane.

Maleta lista y mochila para llevar todo lo electrónico y de emergencia.....



   El tiempo pasa volando, y a pesar de hacer las cosas con calma, todavía tenía una lista de cosas pendientes importante… Algunas no dependían sólo de mí, otras como el carnet internacional o dar de baja temporal mi coche en Tráfico, había que hacerlas a última hora para poder aprovechar el tiempo al máximo (El carnet internacional te lo dan únicamente con validez de un año, y el coche me hacía falta hasta el día antes de irme). Por fortuna y a pesar las prisas, puede rematar todo a su debido momento, y hasta tuve tiempo para poder asistir a mi última Cata de Quesos, en la Quesería a la que suelo ir algún viernes cada mes, (esas cosas que ahora se echan de menos….).

Para evitar sorpresas al llegar, cambié dólares australianos, que os parecen? 


Brisbane (QLD)

   El siguiente paso era escoger una ciudad donde montar el centro de operaciones. Australia es muy grande, y podría decirse que cada urbe tiene su propio clima dependiendo la zona donde se encuentre.
Primeramente le eché el ojo a Perth, ciudad grande, moderna y con mucho desarrollo, situada en la costa oeste del país. El problema, reside en que está sola en esa parte del país, y la otra costa está a 4.000 km… Así que opté por saltar al este y buscar algo donde fuera a estar cómodo, y el resultado fue Brisbane.


   He de ser sincero, y lo primero en que me fijé en la selección fue el clima, no me gusta nada la lluvia, y vivir en un sitio como Melbourne donde puedes tener las cuatro estaciones en un mismo día no es algo que me apeteciera experimentar, así que junto con Sidney, donde hace más frío, fueron los primeros descartes. Me quedaban pues Brisbane, GoldCoast y la zona más pequeña de Byron Bay y alrededores…

   La elección definitiva llegó tras informarme acerca de las posibilidades de trabajo en cada una de las candidatas: De Byron todos hablan maravillas, el lugar ideal, el paraíso….. pero cuanto más pequeño menos trabajo, así que se caía de la lista. De Gold Coast, ciudad de vacaciones y turistas, con sus extensas playas, muy bien en temporada de verano pero luego afloja el volumen de contrataciones (y yo voy a llegar en otoño). Así que por descarte nos queda una candidata, con menos glamour, menos playa pero más posibilidades…

   Con la selección hecha, empecé a investigar acerca de que cosas ofrecía Brisbane, como era el mapa de la ciudad, transporte, información general, etc…  

Lo que más llama la atención de las ciudades Australianas es su descomunal extensión; un centro urbano con edificios y centro financiero, y el resto km y km de calles, casas y carreteras que no tiene fin. En el mapa parece pequeño, pero cuando te pones a ver datos y descubres que la ciudad tiene unos 2.5 millones de habitantes, la verdad es que asusta un poco....


Mapa muy general de la ciudad y todos los suburbios, que pertenecen a la misma...



La pregunta del millón: ¿No había un sitio más lejos?

   Cuando uno toma una decisión así y se la comunicas a los demás, la primera respuesta es la misma dando igual la edad que tenga: Estás seguro? Y acto seguido viene la segunda casi sin dejarte responder a la anterior: No había un sitio más lejos?  Creo que en los últimos meses he escuchado ambas preguntas al menos unas 80 veces; Curioso que ambas se responden con la misma palabra: NO.

No estaba seguro de lo que hacía, pero algo diferente tenía que buscar, y más que esto pocas cosas. Y No había un sitio más lejos…en el fondo si lo hay, y es otro sitio al que quiero ir, pero no me iba a poner a explicar que hay unas islas perdidas en la Polinesia Francesa entre Nueva Zelanda y Chile que bla, bla, bla …

   El tiempo pasa volando, y desde Noviembre que decidí empezar con los papeleos, llegaron las Navidades casi de repente. Intenté disfrutarlas con la familia al máximo;  sobre todo con mis abuelos, porque aunque suene duro, te imaginas que vas a volver, y que van a estar ahí, pero en el fondo sabes que es algo que no lo decides tú, y que en cualquier momento todo puede cambiar … Así que unas fiestas en familia y que lo tenga que venir, pues que venga!!!!

En ocasiones haces o pasa algo que sabes que vas a recordar para siempre... Este "selfie" navideño es uno de esos momentos que se han quedado grabados...



   Lo primero que se encuentra alguien con pasaporte español quiere viajar a Australia, es que no puede entrar con un visado de turista y si encuentra trabajo quedarse allí un tiempo. Los jóvenes tampoco pueden disfrutar de las Working Holidays* como hacen muchos jóvenes de muchos otros países…

*WH – es un acuerdo entre países por lo que los jóvenes menores de 30 años pueden solicitar una visa por la cual  pueden trabajar con unas condiciones especiales y al mismo tiempo viajar por el país si así lo desean. El periodo suele ser de aproximadamente un año y dependiendo el país de origen hay un número concreto de WH anuales concedidas.
2015 ha sido el primer año que España ha ofertado WH para Australia, con un número ridículo de alrededor de 500 permisos. Es menos que nada, pero espero que los próximos años estos números aumenten y se pongan a la altura de otros países vecinos.

Como el tema de la WH es imposible, y además en mi caso paso de los 30 años, sólo tenía dos opciones para poder ir a Australia y que no me deportaran por ilegal.

A)     Lograr que una empresa me reclamara como trabajador estando yo en España, cosa casi imposible para gente con ingenierías u otras carreras, cuanto más para mí….

B)      Solicitando un visado de estudiante y compaginando clases con trabajo.

   Esta es la mejor opción, ya que te permite por un lado formarte y por otro lado ver de primera mano cómo se mueve el mercado laboral Australiano, y si realmente es tan bueno como se cuenta o no.

   Seleccionado el tema de la visa, me puse a investigar los tipos de cursos podía hacer, cuanto me iban a costar y sobre todo como me influía eso en el tiempo que quería estar en Australia. Finalmente me decidí por un curso de inglés, ya que a pesar de que me he defendido bien cuando he salido de viaje, sé que no es lo mismo ver cuatro series que hablar y vivir en un país. Así pues, y tras buscar información, leer y comparar precios creí conveniente matricularme en un curso de inglés de 3 meses, tiempo aparentemente suficiente para dar ese impulso, aprender la gramática que me falta y después ya veremos….

Finalmente me decanté por la Viva College... las referencias que encontré acerca del centro eran buenas y para que engañarnos, era el precio más económico de todas las posibilidades. Hoy puedo decir que lo considero un acierto....



La cuestión era, ¿que hacer después de los 3 meses? ¿Como puedo quedarme más tiempo? Porque tenía claro que viajar hasta Australia para ese breve periódo no entraba dentro de mis planes, así que con la ayuda de los chicos de AussieYouTOO descubrí que hay todo un mundo de cursos llamados VET, donde en algo parecido a unos ciclos pero con más o menos niveles, puedes estudiar casi cualquier cosa que te imagines, y dependiendo de lo que te quieras gastar seleccionas el curso más adecuado a tu economía y estancia en meses. Por lo tanto el tema de alargar mi estancia estaba en camino de solucionarse…

Papeles del Curso y Pasaporte con ganas de cubrirse de sellos...




    Por hacer un resumen rápido y dejar de lado datos aburridos, haré un resumen:

   * Visado Estudiante – imprescindible un curso matriculado y asistir al mismo, tantos meses de visa como dure el curso. Cuantos más meses de curso (o cursos encadenados), más tiempo de Visado, y entre cursos, el gobierno te va dando períodos de vacaciones. 

   *Cuando se te acabe el periodo lectivo tienes dos opciones: Irte a casa, o volver a matricularte, pagar un nuevo visado y empezar de nuevo con el círculo estudiantil.


   *Mientras tanto, y con el visado de estudiante tienes autorización para trabajar 20 horas semanales, lo que está bastante bien y da para vivir cómodamente si completas las horas y eres poco derrochador.

Un giro de 180º


   La verdad es que es difícil comenzar esto por algún sitio…. Siempre tuve claro que visitaría Australia, y dentro de ese plan mental que me organicé hace ya unos años, Oceanía estaba marcado en rojo, pero como casi todo en esta vida, pasa cuando menos te lo esperas….

   Mi situación laboral, como la de muchos otros estaba en un Standby permanente, y hacía ya tiempo que desistí en el objetivo de salir a la calle a buscar trabajo puerta a puerta, y gastarme las horas del día pegado a la web de Infojobs, rastreando otros buscadores, leyendo una y otra vez las mismas ofertas año tras año …. 

   Así que llegó un punto en que decidí que ante esa situación, lo mejor era tomármelo con calma, seguir buscando de un modo más relajado y, si por casualidad alguien conocía a alguien que conocía a alguien… pues intentarlo.

   Y en ese compás de espera llegó la Semana Santa de hace un año (2014). Por esas fechas más o menos, me di cuenta que tenía que darle una vuelta de tuerca a mi vida en general, y desde ese momento comencé a reflexionar acerca de que iba a hacer y como lo iba a enfocar…
El primer paso fue comunicar a mi familia más cercana que la situación iba a ser diferente. Me di a mí mismo un plazo de seis meses para ir planteándome cosas y cerrando asuntos pendientes; desde un primer momento tuve claro que iba a salir de mi ciudad, así que lo mejor era hacer las cosas bien pues tiempo era lo que sobraba.

 No hay mejor lugar para reflexionar y tomar grandes decisiones que una tarde de primavera en la playa....



   Por el mes de Octubre todas las posibilidades se reducían en apenas dos: Pamplona o el extranjero. Con Pamplona tengo una relación especial; la gran mayoría de mis amigos son de allí, así que el incordio de la adaptación, vivienda, etc era completamente nulo, ya que durante los dos últimos años los he visitado cada dos o tres meses.

   En cambio el extranjero es esa cosa que tengo dentro desde siempre. El ansia de salir, de ver que hay fuera, si es como lo describen, de descubrir…. Algo que me ha acompañado durante años, y que desde el MongolRally (2008) no ha hecho más que crecer cada día un poco más…
La facilidad frente a lo desconocido, la cercanía frente a la distancia, el estar a medio día de coche o tener que hacer una cantidad incontable de horas de avión para llegar a casa, y como no y lo más importante: Los tupper de la abuela o la comida de otro país….

   Tras ese primer cónclave, donde reduje las opciones a dos; me planteé que pasaría si optaba por el extranjero; cuáles serían las posibilidades, donde se estaría mejor, y sobre todo el tema  del trabajo. Por este último motivo descarté por completo quedarme en Europa, respetando muchísimo a esa gente que está en Londres o en Alemania labrándose un futuro, no creo que en mi caso fuera la mejor solución, así que mis metas iban mucho más lejos…

    Sin descartar ningún país, y cuando digo ninguno es ninguno, organicé una lista de lugares que me atraían por diversos motivos y fui buscando información acerca de ellos. En ello estaba, cuando encontré en facebook un enlace a una reunión que se celebrara en Santiago de Compostela, y donde una agencia ofrecía una charla acerca de viajar a Australia: Visado, condiciones, opciones, etc ,etc… Digamos que fue como la chispa que prende una mecha, ya que asistir a esa charla fue el desencadenante de que ahora mismo este escribiendo desde la terraza de mi casa en el estado de Queensland.

Hay muchas agencias que te asesoran y ayudan a dar el salto, en mi caso esta es la que cruzo en mi camino, y no puedo más que agradecerles el apoyo prestado.




   De golpe, y casi sin esperarlo había encontrado lo que llevaba meses buscando: La elección estaba tomada, Australia iba a ser mi parada!!!